Nos suena de algo la palabra “burbuja”,
pero siempre la hemos asociado a la construcción, a la burbuja inmobiliaria que ha sido una de las causas de la crisis económica actual, pero ¿podemos hablar de una burbuja
turística?
La Organización Mundial del
Turismo lo cree así. Tras estudiar los resultados turísticos entre 2004 y 2007
la OMT considera que existió una burbuja turística que hizo subir el número de
visitantes a España 5,6millones respecto a los años anteriores. Esto nos da que pensar. ¿Cómo es posible que
aumentase tanto el número de turistas en tan poco tiempo? El responsable del Programa
de Tendencias Turísticas y Estrategias de Márketing de la OMT, John Kester comenta en la XIX Asamblea General de la OMT: “es
posible que dicha cifra estuviese por encima de las posibilidades de España y,
por tanto, será difícil que pueda volver a registrarse en poco tiempo."
A pesar de que no se vuelva a
aumentar tanto, este año se prevé un aumento de turistas del 8% llegando a los
57 millones de visitas, lo que podemos deducir que es una “buena noticia” para
el panorama español. Pero ¿a qué ha sido esto debido? A una recuperación, sí, a
una débil recuperación, pero también a los conflictos en el norte de África.
Esto nos puede dar que pensar
porque… ¿si el norte de África se recupera que pasará con España como destino
turístico maduro? La OMT ha descartado descensos en el número de visitantes en
los próximos años, apuntando a la estabilidad con un crecimiento más moderado.
De esta forma podemos poner esperanza en el turismo como gran soporte económico
de nuestro país como ha venido siendo hasta ahora.
Según Kester “España es un
destino que necesita recibir
muchos visitantes al año, dadas sus capacidades en
infraestructuras, por lo que no cree que exista un límite al volumen de
turistas que pueda recibir, aunque reconoce que tampoco tiene sentido seguir
añadiendo más oferta, sobre todo en la costa, donde incluso hay demasiada.” Esta cuestión la hemos
analizado todos los que nos dedicamos al turismo, llegando a la conclusión de
la masificación del territorio costero de nuestro país, llegando a ser la costa
casi un todo unido rodeando la geografía española. De esta forma, Kester ha
llegado a la conclusión de que “España, como muchos otros destinos maduros,
necesita reorientarse un
poco e ir menos por el volumen de turistas y más por la calidad de su oferta”, frase clave en
mi opinión, puesto que España siempre ha apostado por cantidad en vez de por
calidad. Pero añade que “España está haciendo un gran trabajo en
diversificación aunque aún queda mucho por hacer”. Kester resalta que hay que
evitar la posibilidad de caer en una falsa ilusión que nos haga creer que ya
estamos creciendo y no hay nada que hacer, puesto que aún quedan cosas por
hacer.
En conclusión, tenemos que
hacernos a la idea de que no vamos a recuperar esas cifras de 2007. Hay que
esperar mantener los 54 millones de visitantes anuales o esperar un aumento debido
a problemas en otros destinos o promociones en destinos emisores, pero hay que ser realista y ver que no se
puede volver a lo que había antes de esta monumental crisis económica.
Como aporte extra:
ResponderEliminarActualmente en el mundo existen 940 millones de turistas, pero la OMT analiza que en veinte años esta cifra llegue casi a duplicarse, llegando en 2012 a los 1000 millones de turista y a los 1800millones en 2030. Para más información sobre este apunte:
http://www.hosteltur.com/138940_mundo-superara-1000-millones-turistas-2012.html
La verdad es que después de todo, lo malo no es tan malo, teniendo en cuenta de que, a pesar de que se augure un crecimiento moderado, incluso teniendo en cuenta a los destinos emergentes, no se habla en ningún momento de descenso, lo cual es muy buena noticia.
ResponderEliminarEn cuanto a que España no debe ampliar más su oferta, sino centrar sus actuaciones en mejorar la oferta ya existente, estoy totalmente de acuerdo. Es evidente que oferta en España ya hay de sobra, que los destinos ya estan suficientemente turistificados. Por lo tanto lo más adecuado es invertir en calidad y mejorar las infraestructuras y servicios ya existentes y no seguir saturando los destinos, ya que de esta forma no sólo dejamos a un lado la calidad, sino que el simple hecho de saturación de un destino, ya conlleva que éste pierda atractivo.
Es hora de reinventarse y proporcionar un servicio de calidad acorde con la demanda actual, de lo contrario, los destinos emergentes nos comerán terreno y poco a poco se iran llevando nuestros turistas.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. En España existe oferta para "dar y regalar" y lo que hay que hacer es apostar por ofertar algo diferente y de calidad. De ahí que España esté realizando avances en diversificación.
ResponderEliminarReinventarse...yo creo que depende del destino, porque Benidorm es atractivo desde hace 60 años y aunque no se reinvente puede seguir siendo atractivo, pero en general, sí, debemos renovar la oferta ya existente para que aumente la calidad de ésta y de este modo dejar de apostar por la cantidad. Aún así, lo de la burbuja turística lo que nos hace replantearnos es: ¿qué habría pasado si la crisis económica no hubiera existido?
La verdad es que tienes toda la razón en cuanto a que destinos como Benidorm están bien tal y como están y no necesitan ningún cambio. Aunque realmente todo siempre se puede mejorar, pero Benidorm es un destino maduro que ha sabido mantenerse en auge y no llegar a la fase de declive.
ResponderEliminarMuy buena cuestión también al plantear qué habría pasado de no haber sido por la crisis, porque evidentemente la situación hubiera sido muy diferente y mucho más beneficiosa que la actual. Pero dada la situación, lo que hay que hacer es saber adaptarse al cambio, afrontarlo y hacerlo con rapidez y acierto para poder salir adelante.
Es época de crisis pero, en cierta medida y dentro de lo que cabe, también puede ser época de oportunidades. La oportunidad de destacar sobre los demás y de ofrecer un producto de calidad a un buen precio, mejorando siempre a la competencia y de esta forma atraer tutistas que de no ser así no podrían permitirse viajar o lo harían a otros destinos más atractivos y asequibles.